Una tira de plástico, hechas de refrigeradores viejos, elaborado por un robot, el resultado: una silla.
Cuando las sillas de plástico se hicieron, los primeras se realizaron con herramientas bastante simples y moldes para formar el plástico. Las herramientas sencillas son fáciles de ajustar y esto le dio al diseñador la oportunidad de evaluar el producto final y ajustar las herramientas casi infinitamente..
Como el trabajo se hizo más y más caro y complejo, se introdujo en el proceso a herramientas automatizadas.
Estos procesos automatizados han sido muy inflexible hasta ahora. grandes inversiones en moldes complicados ha hecho casi imposible para un diseñador, evaluar y refinar su objeto final. El diseñador ya no participa en el proceso de producción y la fase de diseño es completamente cambiado a una fase de pre producción.
Como Dirk van der Kooij considera esta oportunidad, hizo un pacto con el diablo, porque encontró una solución, la informatización.
Mediante la combinación de diferentes técnicas, fue capaz de diseñar un proceso automático y muy flexible. Él le enseñó a un robot su arte.
Esto abrió la posibilidad al diseño de Dirk van der Kooij en el buen camino.
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